Arquitectura- Pensar y Hacer

Soy artista, soy arquitecto. Soy un músico del espacio.... y del tiempo.La arquitectura es para mí toda una sensación libre y equilibrada del hombre, la naturaleza y el espacio.De la arquitectura no se habla, porque es como querer traducir la gracia de una mujer o la alegría los amigos. La naturaleza es tan grande que cambia a la arquitectura mientras el tiempo pasa.La arquitectura es un sueño del hombre, que la ha hecho nacer en su nombre.Arquitectura para vivir, arquitectura para soñar y no olvidar.El complemento del sueño de un arquitecto son las sensaciones provocadas en el hombre.Engendrada en la apacible calidad del mobiliario/ Ya nada permanece/ Ni un recuerdo del brote inocente del agua/ Sulfurada memoria inaccesible/ perdida en la corteza de un instante...Amanece en el cimiento pasado.Construiré un sueño donde descanse la bruma.La verdad no existe: el espacio lo llena todo.Al ver el espacio del canto, la realidad tímida se deja entrever: con extraña lejanía la reconoce. Seducido por el firme roce del viento, cauteriza el vuelo grave de desesperación.Quiero construir un espacio donde vuelen tus pensamientos.

Soy un arquitecto y me gustaría amar la arquitectura. Veo a personas que la aman, la aman tanto que me deprime. Quiero sentir pasión como ellos, pero no quiero ser como ellos. Qué feliz me hace saber que no todos son así. ¿Es pecado no pensar como ellos? Gracias, "Guízar", no todo está perdido. ¿Qué caso tiene vivir por vivir? ¿Para qué vivir sin la capacidad de sentir? ¿Por qué ellos? ¿Por qué máquinas, incapaces de sentir? No es condición, ni estado, ni sentido, ni derecho. La libertad es espacio.¿Es acaso la arquitectura la respuesta a la vida, a la naturaleza o, acaso, al ser humano?¿Por qué no puedo sentir la arquitectura? ¿Por qué no es como la música? ¿Por qué tuve el destino de no saber amar la arquitectura? El arte no es para todos, aunque hay quienes creen que son artistas. Les entusiasma "hacernos artistas de lo sensible".Sueño con poder hacer de la arquitectura una obra rítmica y armónica...La arquitectura es bella por sí misma. ¿Por qué pretender hacerla bella?Sigo pensando en lo que significa para mí la arquitectura. Es algo que va más allá de lo físico.

Es arte, es poesía, es filosofía. No sé. Sigo pensando, y no llego a nada concreto.De niño jugaba entre el lodo y espacios transformados a mi mundo. Desde niño me comprometí a nunca dejar de hacerlo.La arquitectura sufre. Sufre por nosotros. No lo entendemos, no lo analizamos. Lo pasamos por alto sin saber que complementa nuestro ser, nuestra alma. Describe momentos, hechos pasados, mostrándose a la vista con deleite, ayudándonos a entender nuestro mundo, nuestro modo de pensar; expresa más que las palabras.Sin darnos cuenta, la devaluamos, la volvemos menos, no entendemos su porqué. No reflexionamos para entender su por qué, no le mostramos interés.Quizá algo de lo más doloroso en la vida es ver cómo tu obra muere. La arquitectura, en cambio, no muere. Siempre armónica, danza con el hombre, con el espacio, siempre en ese baile sensual.Los objetos hacen nuestro pasado, y nos hacen recordar. El hogar del hombre es el mismo hombre.

El pasado me refleja. El futuro...me voy.Arquitecto de casas sin gente o de gente sin casa. Arquitectos que no saben que lo son, que andan extraviados y duermen en la intemperie. Probablemente son arquitectos que construyen su casa con sus propias manos.Esta expresión citadina o esta expresión copiada, adquirida o trasladada, ¡que muchas veces choca y no aclama a su cultura!La arquitectura no siempre se erige con blancas, dulces e ilusionadas intenciones.Una falla es como una salida abrupta, no prevista. Algo imprevisto, que no se tenía planeado y sale de la armonía del conjunto social o arquitectónico.Alcanzar ese sueño parece tan lejano que sería más fácil construirlo. De pronto, un estruendo rompe la quietud y una silueta aparece dibujada tras aquél fresno; todo pasa rápido, veloz, sin mirar lo que deja atrás.

El crujir de la duela marca el final del instante.Recibo el primer haz de luz, pero mi sobra no se refleja en el ruinoso muro.Cada rincón arquitectónico debe llevar una armonía acorde a la naturaleza. Debe ser diseñada para el bienestar general del hombre.Arquitectura: una invitación a nuestra singularidad y universalidad; el boleto mágico a lo mundano y visceral, o un interesante, nuevo y sobre todo bello microuniverso.Mi ventana es también mi espejo: captura mi emoción y su reflejo.Un muro es un espacio, y un espacio hace un sueño. En un espacio ponemos un muro y muere este espacio, pero nace otro. Un muro es un amigo, un cómplice, y el alma de quien lo hace.

El ritmo, el mar, el viento, los árboles, el espacio...La forma arquitectónica se define por estos ritmos, arriba, abajo, adentro y afuera; hace una pausa y después de un viento suave o de un mar apacible, sigue una tormenta, grandes olas...un gran muro, un jardín, una torre. Y después, nuevamente, el viento suave y el mar en calma.Tal vez no sea necesaria una mansión, tal vez no es necesario saber valorar lo que uno tiene. Cuatro simples paredes pueden albergar cosas mucho más interesantes: un espacio de tranquilidad, seguridad, comodidad. Esas solo son unas de las tantas cosas buenas que brinda la arquitectura.Todo arte en esencia es poesía. Casa sin gente y gente sin casa. Habitar. Preservar. Tiempo cotidiano. Anhelo. Forma. Espacio. Escuchar la voz del edificio, niño sin techo, hambre de albergar. ¿Qué podemos ofrecer?

Sentir Arquitectura

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